A diario, se observa en nuestro país cuanta desconfianza e inseguridad existe para expresar el libre derecho de opinión que en teoría debe ser libre; cada día la represión política es visible, sobre todo al que se oponga a la línea de pensamiento, mal llamado “bolivariano”, despertando en el ciudadano sentimientos de odio y repulsión. Ser político en la actualidad o intentar serlo es una misión verdaderamente imposible, donde ser o no ser es la impostura de rigor y acatar es la ordenanza. Los presos políticos son una realidad que ha de ser divulgada y que no deberían existir si se vive en democracia; privados de su libertad y de manera injustificada, son muchos los que tienen en su haber largos días sin mirar la luz del sol, por pensar diferente, por la sencilla razón de pensar distinto a la autoridad.
Tener tanto poder, hace creer que puedes quitar y poner piezas a libre antojo, el exceso de poder te hace creer dueño de vidas, un mandatario nacional está en el deber de ser un gerente, capaz de garantizar la convivencia, tolerar e incluso guiar a unos y otros. No se trata de ser enemigo o apátrida, se trata de no creer que tienes a Dios agarrado por la barba, todos somos hijos de una misma madre que se llama Venezuela, entonces ¿Por qué odiarnos entre hermanos?
Son miles las personas que han emigrado de esta tierra y lo seguirán haciendo por el temor inmenso a ser los próximos en caer bajo las rejas injustas de la política mal aplicada, o mejor dicho, por miedo a que un sistema totalitario silencie de manera inmediata tu manera de actuar y de pensar. Casos como el de los comisarios Forero, Simonovis, y los oficiales de la PM de Caracas son de los casos con mayor relevancia, todos ellos fueron sentenciados a 30 años de prisión cuando sabemos que los que realmente mataron durante los acontecimientos del 11, 12 y 13 de Abril están libres.
Si a eso se le añade casos de persecución política como Manuel Rosales o los Militares disidentes de la plaza Francia de Altamira, como Gonzales Gonzales quien se tuvo que esconder por intentar hacer ver una serie de violaciones que se hacían a la constitución nacional; de igual manera sucedió con los ingenieros de PDVSA que en 2001 y parte de 2002 tomaron postura ante el nivel de corrupción y la mala administración de los bienes nacionales, quedando como resultado un arresto que estaba a la vuelta de la esquina, los días de libertad de estas personas estaban más que contados. Con casos palpables entendemos que todo aquel que ose ejecutar una acción política que le lleve la contraria al señor Presidente de la República, esta será recompensada con cárcel.
Sabemos que la libertad es un concepto muy amplio al que se le han dado numerosas interpretaciones por parte de diferentes filosofías y escuelas de pensamiento. Se suele considerar que la palabra “LIBERTAD” designa la facultad del ser humano que le permite decidir llevar a cabo o no una determinada acción según su inteligencia o voluntad; la libertad es aquella facultad que permite a otras facultades actuar, que está regida por todos los patrones de la justicia. Pero nuestra libertad está totalmente supeditada, totalmente maltrecha por caprichosos de pensamientos que van en retroceso que creen que al silenciar, se consigue callar las voces de las masas o lo que llamamos pueblo en cuestión.
